La Dirección de Servicios Eficientes de Puerto Vallarta detectó al menos cinco vertederos clandestinos en apenas una semana, de los cuales ha retirado varias toneladas de basura, escombros y muebles viejos. Las autoridades advierten que estas descargas ilegales dañan el entorno urbano y aumentan los costos de limpieza.
La mayoría de los puntos irregulares aparecieron en la colonia Ramblases y a lo largo de las vías de acceso al relleno sanitario y al campo de golf Vista Vallarta. Javier Alonso Navarro Chávez, titular de la dependencia municipal, explica que los vecinos simplemente bajan un sofá o una bolsa de escombros y lo dejan ahí. “Por eso tenemos una brigada especializada en levantar estos desechos. En la ciudad, recogemos alrededor de 10 toneladas diarias de cacharros y escombros”, señala.
Los residentes han visto crecer los montones de muebles abandonados, mesas rotas y material de construcción desechado. En temporada de lluvias, los escombros pueden obstruir drenes y arrastrarse hacia zonas más bajas, poniendo en riesgo la seguridad vial y peatonal. El personal de Servicios Eficientes usa camiones tapados y maquinaria ligera para trasladar los residuos al sitio oficial de acopio.
Navarro Chávez recuerda que el Ayuntamiento puso en funcionamiento un relleno sanitario exclusivo para escombros y muebles, ubicado en el tramo de Mojoneras al campo de golf. Funciona las 24 horas sin costo adicional para particulares, y los contratistas pueden programar entregas durante el día sin esperas. Allí se aceptan pedazos de concreto, ladrillo, ventanas viejas y cualquier mueble en desuso.
Para denunciar vertederos clandestinos o solicitar levantamientos masivos, los ciudadanos pueden llamar a la línea de Servicios Eficientes o presentar un reporte en la página oficial del municipio. Algunas organizaciones comunitarias también han organizado jornadas voluntarias de limpieza en parques y áreas verdes, colaborando con el personal municipal para mantener limpias las calles.
La acumulación de desechos no solo afecta la imagen turística de Puerto Vallarta, sino que también genera focos de infección y posibles accidentes por vidrios o clavos. Además, el esfuerzo de retirar residuos no permitidos desvía recursos que podrían destinarse a mejoras de servicios públicos, reparación de calles o mantenimiento de espacios recreativos.
La autoridad ya colocó señalizaciones en puntos críticos que informan sobre la ubicación del relleno sanitario y advierten de sanciones que pueden llegar a varios miles de pesos para quienes arrojen basura en sitios no autorizados. “Cuando recibimos datos confiables —matiza Navarro Chávez—, levantamos placas y fotos para identificar a los infractores. Nuestro objetivo es que entiendan que tirar aquí implica un costo compartido por toda la comunidad”.
Con la colaboración vecinal, Puerto Vallarta busca reducir a la mitad los vertederos clandestinos en los próximos tres meses. Una ciudad más limpia mejora la experiencia de visitantes y locales, y protege la riqueza natural del destino. Mientras tanto, el operativo de retiro diario y la vigilancia continua seguirán hasta que los habitantes adopten el uso del relleno sanitario como práctica habitual.