Pueblos Mágicos de Jalisco abandonados por la negligencia federal

Puerto Vallarta, Jalisco — Los once Pueblos Mágicos de Jalisco muestran hoy señales evidentes de abandono tras la suspensión del apoyo federal que antes cubría el mantenimiento de calles, plazas y edificios públicos. En 2018, año final de la administración de Enrique Peña Nieto, se destinaron 585 millones de pesos a estos municipios. Esos recursos desaparecieron con la llegada de Andrés Manuel López Obrador, dejando a los alcaldes con el reto de financiar reparaciones indispensables para conservar el atractivo turístico y el orgullo ciudadano.

Los efectos son palpables: fachadas agrietadas, cableado expuesto, plazas deterioradas y calles con baches que dificultan la movilidad. La fórmula de asignación de presupuesto ignora la afluencia de visitantes, que a menudo supera a la población residente y ejerce presión sobre servicios y vías sin generar contraprestación financiera.

Diego Rivera, alcalde de Tequila, lanzó un llamado urgente a las autoridades: “Contamos con ingresos municipales, pero no bastan para cubrir las reparaciones que necesitamos. A diario recibimos turistas, pero el gobierno no los toma en cuenta al definir nuestro presupuesto”.

Antonio Morales, presidente municipal de Tapalpa, coincidió: “Decimos con tristeza que existe un descuido hacia los Pueblos Mágicos. El presupuesto sigue el conteo de habitantes y obvia el peso real que ejercen los visitantes en nuestros servicios y caminos”.

Pueblos Mágicos de Jalisco enfrentan desafíos de infraestructura

El gobierno de Jalisco anunció un fondo de 101 millones de pesos para 2025 con el fin de respaldar a estos municipios. Michelle Fridman, secretaria de Turismo estatal, informó que en días próximos se publicarán las reglas de operación. “Ya revisamos los proyectos presentados por cada ayuntamiento. Priorizaremos infraestructura, capacitación y desarrollo de productos turísticos, así como la atracción de inversión privada”, explicó.

Fridman destacó que, aun con recursos modestos, ha crecido la ocupación hotelera y el arribo de visitantes a Jalisco este año, señales de que el impulso estatal puede generar resultados rápidos.

Sin embargo, especialistas advierten que el esfuerzo no puede quedar sólo en manos de gobiernos. Ramón Godínez Ortiz, del Departamento de Turismo de la Universidad de Guadalajara, recomienda un modelo de gobernanza turística: “Debe haber participación activa de ciudadanos, empresas y los distintos niveles de gobierno. En todo el mundo vemos que el sector privado, las ONG y las comunidades colaboran para promover y mantener sus destinos”.

Tequila ejemplifica esa estrategia. El municipio apostó por recorridos guiados, alianzas con destilerías locales y eventos comunitarios. Gracias a esa combinación de recursos municipales, estatales y patrocinios privados, logró aumentar su afluencia y mejorar espacios públicos.

Por su parte, Alejandra Gutiérrez López, también de la Universidad de Guadalajara, señala a Talpa de Allende como caso de éxito parcial. “Recibe miles de peregrinos cada año, pero su oferta turística podría diversificarse con circuitos culturales, festivales gastronómicos y mercados de artesanías. Eso ampliaría ingresos y financiaría el mantenimiento”.

Ante la ausencia de respaldo federal y recursos estatales limitados, los Pueblos Mágicos de Jalisco deberán sumar esfuerzos con el sector privado y la ciudadanía. Sólo así conservarán su encanto y continuarán atrayendo visitantes en las próximas décadas.

Scroll al inicio