La tarde del martes 8 de julio de 2025, vecinos del centro de El Pitillal, Puerto Vallarta, vivieron momentos de tensión al ver humo salir de un departamento en la esquina de las calles Guerrero y 20 de Noviembre. Eran alrededor de las 3:00 p.m. cuando quienes pasaban por la zona y residentes llamaron al número de emergencias.
Dentro del apartamento dormían dos niños de 4 y 8 años cuando se desató el fuego. Según los primeros reportes, el incendio se originó por la combustión accidental de un bote de basura que contenía desechos inflamables. El fuego produjo mucho humo, pero las llamas quedaron confinadas a ese punto y no causaron daños graves en la estructura.
Al despertar el menor primero y ver el humo, ambos hermanos empezaron a gritar pidiendo ayuda. Vecinos rompieron la puerta de la entrada y sacaron a los niños ilesos pocos minutos después del inicio del incidente. “El niño tenía mucho miedo, pero no soltó la mano de su hermana”, contó María López, quien participó en el rescate. “Gracias a Dios llegamos a tiempo”.
Poco después arribaron Protección Civil y Bomberos de Puerto Vallarta, junto con unidades de Seguridad Pública, una ambulancia y un vehículo de rescate. Los bomberos confirmaron que las llamas estaban apagadas y luego ventilaron el departamento para evitar intoxicación por humo.
“El fuego se limitó a un bote de basura gruesamente quemado; no hubo riesgo para la estructura”, explicó el capitán Jorge Ramírez, del cuerpo de Bomberos. Mientras tanto, los oficiales que coordinaron la emergencia solicitaron la intervención de la Patrulla Rosa, unidad especializada en la protección de niños y mujeres en situación de riesgo.
Agentes de la Patrulla Rosa realizaron una evaluación rápida del bienestar de los menores y recabaron la información necesaria para dar seguimiento al caso conforme a los protocolos de protección infantil. Ambos niños fueron trasladados a un centro médico cercano, donde solo presentaron irritación leve por el humo; se espera que reciban el alta en pocas horas bajo el cuidado de un familiar.
La jefa de Protección Civil, Alejandra Sánchez, destacó la importancia de la pronta reacción vecinal: “Este suceso demuestra que una comunidad unida puede salvar vidas. Invitamos a todos a mantener despejadas las rutas de evacuación y a desechar correctamente materiales inflamables”.
En los últimos meses, las autoridades han reforzado las inspecciones en edificios de El Pitillal para asegurar el cumplimiento de las normas de prevención de incendios. Además, vecinos planean talleres gratuitos de colocación de detectores de humo y prácticas de autoprotección, especialmente en viviendas de escasos recursos.
Aunque el susto fue grande, el episodio deja un recordatorio claro: la vigilancia comunitaria y el respeto a las medidas de seguridad pueden marcar la diferencia entre un accidente y una tragedia.