Durante una sesión extraordinaria celebrada la mañana del jueves, la Cámara de Diputados de México aprobó por unanimidad reformas a la Ley General de Vida Silvestre que prohíben el uso de mamíferos marinos—como delfines, ballenas y lobos marinos—en espectáculos de entretenimiento. La iniciativa, ya remitida al Poder Ejecutivo para su publicación, posiciona a México como uno de los países que avanza decididamente hacia la protección del bienestar animal.
La reforma modifica y adiciona los artículos 47 Bis 4, 60 Bis, 122 y 127 de la Ley General de Vida Silvestre, estableciendo que ningún ejemplar de mamífero marino podrá ser utilizado con fines extractivos, ya sea con propósitos de subsistencia o comerciales. Las únicas excepciones serán para investigaciones científicas y programas de conservación, siempre bajo regulaciones estrictas.
“Ningún ejemplar de mamífero marino podrá ser sujeto a aprovechamiento extractivo,” señala el dictamen, “salvo en casos donde el propósito sea la investigación científica orientada a la protección y conservación de la especie.”
También se permitirá la reproducción con fines de conservación, así como la reintroducción y repoblamiento de especies amenazadas o en peligro, siempre que no se obtenga ningún beneficio económico. Las actividades deberán ser realizadas o avaladas por instituciones académicas o de investigación registradas oficialmente, y contar con protocolos autorizados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
Los ejemplares utilizados con fines de conservación no podrán ser exhibidos ni usados en actividades lucrativas.
En el caso específico de los cetáceos—grupo que incluye a ballenas, delfines y marsopas—la ley exige que sean mantenidos en encierros marinos y no en instalaciones artificiales de concreto, como albercas o estanques. En caso de que las condiciones geográficas no lo permitan, deberán mantenerse en sistemas abiertos que reciban intercambio de agua marina mediante flujo de mareas o sistemas de bombeo.
Durante la discusión en el Pleno, la diputada Iraís Virginia Reyes de la Torre (Movimiento Ciudadano) recordó que la versión original de la reforma recibió críticas legítimas por contener ambigüedades que podrían prestarse a simulaciones. “Por eso este nuevo dictamen es más sólido, más claro, más justo y más coherente con el bienestar animal,” expresó.
La legisladora también ofreció una fuerte crítica al uso histórico de mamíferos marinos en espectáculos:
“Durante décadas, delfines, orcas, lobos marinos y otros mamíferos han sido utilizados en shows, entrenados bajo coacción, aislados de sus hábitats, privados de sus vínculos naturales, todo por entretenimiento o lucro. Lo vimos y lo normalizamos, como si la crueldad fuera parte del espectáculo. Este Congreso hoy da un paso histórico. Con esta reforma, México se alinea con las mejores prácticas internacionales.”
Por su parte, la diputada Ariana del Rocío Rejón (PRI) instó a no caer en triunfalismos:
“Esto no es un final feliz; es apenas un inicio justo. Ahora el reto será garantizar que cada disposición transitoria, cada plazo y cada artículo se cumplan a cabalidad.”
El diputado Carlos Alberto Puente Salas (Partido Verde Ecologista de México) celebró el cierre de una lucha de 14 años por parte de ambientalistas y defensores de los derechos animales.
“Esta reforma demuestra que, más allá de las diferencias ideológicas, hay causas que nos unen. Es un avance para el medio ambiente, la biodiversidad y el trato ético hacia los animales.”
Puente Salas también destacó que el Senado enriqueció el dictamen original al incluir sanciones severas contra los centros que mantengan delfines y otros mamíferos marinos en cautiverio con fines lucrativos.
Aunque aún no se han publicado los detalles sobre los plazos de implementación ni las sanciones específicas, se espera que el marco normativo incluya inspecciones, multas y clausuras en casos de incumplimiento.
Grupos ambientalistas y científicos marinos llevan años denunciando las condiciones en las que viven los mamíferos marinos usados en espectáculos: espacios reducidos, estrés crónico, aislamiento social y alimentación no natural.
Con esta ley, México se suma a países como Canadá, Francia, Chile y Costa Rica que han prohibido o restringido severamente estas prácticas. La reforma impactará a destinos turísticos como Cancún, Puerto Vallarta y Los Cabos, donde los espectáculos con delfines son comunes.
Más allá del turismo, la reforma podría sentar un precedente para futuras leyes ambientales en México. Como concluyó la diputada Reyes:
“Esto no se trata solo de delfines. Se trata de transformar nuestra relación con la naturaleza, de actualizar nuestras leyes para que reflejen valores de compasión y sostenibilidad.”
Una vez que el decreto sea publicado por el Ejecutivo, entrará en vigor, marcando un antes y un después en la forma en que México protege su vida marina.