El miércoles 16 de julio de 2025, la desaparición de Joaquín, de 12 años, encendió las alarmas en Puerto Vallarta. El menor salió de casa para comprar algo en la tienda cercana y no regresó. Vecinos, medios locales y autoridades recorrieron la colonia El Caloso tras rumores de su paradero. Finalmente, gracias a una pista anónima, la policía municipal halló a Joaquín con vida en Emiliano Zapata. Sus padres ya habían entregado 20 000 pesos y recibieron exigencias de más de 200 000 pesos.
Extorsión de secuestro virtual golpea a niños de Puerto Vallarta
Casos similares han aflorado en Ixtapa. César, otro menor, desapareció brevemente tras recibir amenazas. Le ordenaron comprar un nuevo chip y desechar el suyo. Mientras, los extorsionistas hacían creer a su familia que estaba retenido. Bajo esa presión, el niño siguió todas las instrucciones hasta que se activó la búsqueda.
El 21 de julio, Esmeralda y su hermano pequeño desaparecieron en Morelos y Pavón. Sus teléfonos fueron intervenidos y, al llamar al 911, recibieron indicaciones para “seguir instrucciones” si querían salvar a sus padres. Cinco horas de angustia pasaron antes de que los hallaran en un centro comercial de El Pitillal. Las familias pagaron rescates ante el miedo y la confusión.
Los criminales usan WhatsApp y otras apps para piratear o suplantar números. Luego, intimidan al menor con amenazas contra sus seres queridos. Bajo pánico, el niño abandona el hogar con pretextos simples. Le exigen descartar su chip original y comprar uno nuevo, bloqueando el rastro. A la vez, contactan a los padres simulando secuestradores reales. Así consiguen transferencias de dinero casi de inmediato.
Hasta junio, Jalisco registró siete casos confirmados, según Francisco Reyes, comisionado de Inteligencia de la Secretaría de Seguridad. Advirtió que los delincuentes recopilan datos de víctimas en redes sociales. A inicios de julio, otro intento de secuestro virtual ocurrió en Tlajomulco, presuntamente con apoyo de un “Cybertruck”.
La prevención y la comunicación abierta son fundamentales. Padres y escuelas han empezado a difundir protocolos de seguridad. Recomiendan programar contactos de confianza en el teléfono de los niños y verificar cualquier llamada sospechosa. Con más diálogo y vigilancia, la comunidad puede frenar esta modalidad. La extorsión de secuestro virtual golpea a niños de Puerto Vallarta, pero la educación y la respuesta oportuna pueden proteger a las familias.