El tráfico entre Puerto Vallarta y la Bahía de Banderas se ha convertido en un reto diario para conductores y turistas. Desde que la Guardia Nacional instaló un control en el Puente Ameca, en la frontera entre Jalisco y Nayarit, el recorrido que antes tomaba menos de 15 minutos desde el aeropuerto ahora puede alargarse hasta 60 minutos durante la hora pico. La falta de rutas alternas y las obras en el entronque de Las Juntas agravan la situación, dejando a miles de personas atrapadas en largas filas.
Control de la Guardia Nacional en el Puente Ameca
La Guardia Nacional activó el puesto de revisión para fortalecer la seguridad vial y prevenir el transporte ilegal entre estados. Todos los vehículos —autos particulares, taxis, autobuses y camionetas de reparto— deben detenerse para la inspección de documentos y chequeos aleatorios. Aunque la medida busca proteger a la población, nadie ha comunicado cuánto tiempo permanecerá la revisión ni un plan para agilizar el paso.
Choferes de autobuses urbanos comentan que su número de viajes matutinos se ha reducido a la mitad. “Antes hacíamos cuatro recorridos antes de las nueve; ahora apenas dos”, explica un conductor. Las aplicaciones de transporte privado aplican tarifas dinámicas en la zona de control, y los turistas ven sus costos elevarse sin previo aviso. Hoteles y agencias recomiendan a sus clientes salir con al menos 30 minutos de anticipación para evitar retrasos en excursiones y traslados.
Quienes viajan a diario también sufren el embotellamiento. No existen carreteras secundarias que conecten directamente ambos estados, y los caminos locales terminan saturándose al ser usados como vías alternas. Transportistas de paquetería advierten sobre entregas tardías, y servicios de emergencia han reportado demoras en su paso, lo que podría poner en riesgo la atención oportuna de incidentes.
Las obras en Las Juntas añaden otra capa de complicación. El gobierno estatal reconstruye rampas y pasos elevados en el tramo norte del puente, reduciendo carriles y desviando el flujo vehicular hacia la zona de control. Hasta el momento, ni la Secretaría de Comunicaciones ni la Guardia Nacional han emitido un cronograma conjunto para culminar ambas intervenciones.
Ante la falta de información oficial, los conductores se apoyan en redes sociales y aplicaciones de tráfico en tiempo real para estimar demoras. Grupos de WhatsApp locales intercambian fotografías de la fila y reportes de avance minuto a minuto. Usuarios sugieren rutas improvisadas, pero alertan que muchas terminan en calles angostas y colapsadas.
Para minimizar el impacto, expertos en movilidad aconsejan planear con margen extra: si el vuelo aterriza a las 9 a.m., lo ideal es programar el traslado a las 7 a.m. También recomiendan llevar agua, algo de comida y música o podcasts para entretenerse durante la espera. Quienes tienen actividades tempranas en Nayarit evalúan hospedarse la noche anterior en localidades cercanas al puente.
Mientras no haya un anuncio concreto sobre la duración del control y el avance de las obras, la paciencia y la previsión siguen siendo las mejores aliadas. Mantente al tanto de los canales oficiales de la Guardia Nacional y la Secretaría de Comunicaciones, y considera ajustar tus planes para no quedar atrapado en el embotellamiento.