Puerto Vallarta es el único de los cinco principales puertos mexicanos que reciben turismo internacional de cruceros que muestra números negativos en 2025. Entre enero y mayo, según la Secretaría de Turismo federal (Sectur), registró 86 arribos y 265,098 pasajeros, caídas de 1.1% y 0.7%. La ciudad quedó en quinto lugar y el margen frente a Puerto Progreso prácticamente desapareció. Si la tendencia que ya se observa hasta julio se confirma, el puerto yucateco podría desplazar a Vallarta del top cinco. El declive del turismo de cruceros en Puerto Vallarta no es dramático en términos absolutos, pero sí envía una señal clara: otros destinos están captando más barcos y más visitantes.
Progreso acelera y amenaza el quinto sitio
Puerto Progreso cerró mayo con 80 arribos y 220,200 pasajeros. Lo relevante no es solo la cifra, sino el ritmo: creció 116.2% en escalas y 93.9% en pasajeros. Con ese impulso, los datos que corren hasta julio apuntan a que ya habría superado a Vallarta. El puerto yucateco, apoyado en una mayor promoción y en itinerarios que conectan directamente con el Caribe occidental, se convirtió en el gran ganador de este tramo del año. Para Vallarta, mantenerse en la quinta posición dependerá de revertir la leve caída y evitar que las navieras sigan rotando sus rutas hacia el Golfo y el Caribe.
El Caribe concentra la mayor parte del mercado
Cozumel sigue intocable. De enero a mayo acumuló 618 arribos y 2,159,540 pasajeros, con incrementos de 3.5% y 1.2%. Majahual también mantiene su crecimiento de doble dígito: 271 arribos y 1,092,336 pasajeros, alzas de 15.3% y 11.9%. Sumados a Progreso, los tres puertos del Golfo de México-Caribe concentran casi 70% del total de pasajeros que entran al país por vía de cruceros. Esa dominancia deja a los destinos del Pacífico con una porción mucho menor del pastel y obliga a competir con propuestas diferenciadas para no perder más terreno.
Ensenada y Cabo se despegan mientras Mazatlán cae más
En el Pacífico, Ensenada tuvo 138 arribos y 481,453 pasajeros en el mismo periodo, avances de 16% y 28.4%. Cabo San Lucas también se movió con fuerza: 118 arribos y 410,648 pasajeros, incrementos de 21.6% y 34.2%. Ambos están “jalando” la liga y ampliando la distancia con Puerto Vallarta. Mazatlán, por su parte, aparece como otro perdedor: 55 arribos y 162,526 pasajeros, reducciones de 3.5% y un marcado 24.6%. El contraste ilustra que la recuperación postpandemia no es homogénea; las decisiones de las navieras sobre itinerarios y la capacidad de los puertos para ofrecer experiencias rentables en tierra marcan diferencias claras.
Qué debe observar Vallarta en los próximos meses
El corte de julio será decisivo para saber si el retroceso de Vallarta es un bache o una nueva línea base. Sectur publicará los datos consolidados y entonces se confirmará si Progreso ya lo rebasó. Mientras tanto, el puerto jalisciense necesita ajustar su propuesta de valor para las navieras: rapidez en operaciones, atractivos en tierra que incentiven el gasto y coordinación público-privada para sostener campañas de promoción eficaces. El declive del turismo de cruceros en Puerto Vallarta es limitado, pero suficiente para encender alertas en una industria que se mueve con rapidez hacia los destinos que muestran crecimiento sostenido. Mantenerse competitivo exigirá decisiones basadas en datos y mejoras visibles antes de que la brecha sea más difícil de cerrar.