El cuerpo sin vida de un joven de 19 años originario de Guadalajara fue localizado la mañana del domingo 3 de agosto tras haber desaparecido el sábado por la tarde mientras nadaba en Playa Camarones, en Puerto Vallarta. El incidente ocurrió cuando él y su sobrino de ocho años fueron arrastrados por una fuerte corriente de resaca; el menor fue rescatado, pero el joven desapareció y no fue encontrado sino hasta el día siguiente.
Ahogamiento por corriente de resaca en Puerto Vallarta
La búsqueda se reanudó temprano el domingo con personal del Cuerpo de Salvavidas de Puerto Vallarta, el equipo de Rescate Acuático y buzos especializados. La operación se concentró en un área delimitada de Playa Camarones donde se reportó el incidente. Fue durante la segunda barrida del día, alrededor de las 10:00 a.m., que se localizó el cuerpo del joven. La recuperación se hizo con discreción para no alarmar a los bañistas que ya disfrutaban de la playa. Una vez en tierra, el cadáver fue entregado al personal del Servicio Médico Forense para la autopsia legal correspondiente y, tras los procedimientos, será entregado a la familia para su sepultura.
Según los reportes iniciales, el joven ingresó al mar acompañado de su sobrino de ocho años. Ambos fueron arrastrados por la corriente de resaca. Un turista extranjero que se encontraba en el lugar logró rescatar al menor y llevarlo a la orilla con vida, pero los esfuerzos por hallar al joven durante la tarde del sábado no dieron resultado. La búsqueda continuó hasta la mañana siguiente, cuando se encontró el cuerpo.
Las corrientes de resaca son una de las causas más frecuentes de rescates y ahogamientos en zonas de playa. Se forman cuando el agua que empujan las olas hacia la orilla regresa al mar por canales estrechos, generando flujos rápidos que pueden superar la velocidad de un nadador. Nadadores atrapados en una resaca que nadan directamente contra ella se agotan y entran en pánico; la recomendación es nadar en paralelo a la orilla hasta salir de la corriente y luego regresar con diagonal hacia la playa. También es vital mantener la calma, pedir ayuda y aprovechar la presencia de salvavidas.
Autoridades municipales y estatales de Protección Civil en Puerto Vallarta recordaron a residentes y turistas extremar precauciones al entrar al mar, especialmente en zonas reconocidas por tener corrientes de resaca. Insistieron en que se nade únicamente en áreas vigiladas por salvavidas, se evite ingresar al agua bajo la influencia de alcohol y se mantenga supervisión constante de menores de edad. Reforzaron que la prevención inicia antes de quitarse la ropa de playa: preguntar por las condiciones, observar señales visibles de corrientes (como franjas de agua quieta o espuma que se aleja), y no subestimar un mar que puede parecer tranquilo.
El caso se suma a otros incidentes recientes en las costas del país que han encendido alertas sobre la necesidad de fortalecer una cultura de prevención. La falta de conocimiento sobre las condiciones del mar y la imprudencia siguen contribuyendo a pérdidas evitables cada año. Funcionarios han resaltado que la educación pública sobre cómo se detectan y se reaccionan ante corrientes peligrosas debe intensificarse para disminuir tragedias similares.
La operación de búsqueda en Puerto Vallarta demostró coordinación entre los salvavidas, buzos especializados y Protección Civil. Aunque el resultado fue fatal, las autoridades aseguraron que el protocolo se siguió de forma metódica, con barridos repetidos hasta encontrar al joven. La recuperación discreta del cuerpo y la entrega a las instancias forenses mostraron sensibilidad ante la presencia de bañistas, sin dejar de cumplir con los procedimientos legales y de investigación.
La comunidad ahora acompaña en el duelo a la familia mientras esperan la entrega oficial de los restos. El suceso revive la advertencia de que un momento de recreación puede convertirse en tragedia si no se respetan las advertencias del mar. Las autoridades anunciaron que mantendrán vigilancia reforzada durante los fines de semana y periodos de alta afluencia, y que seguirán difundiendo mensajes claros sobre los riesgos ocultos en el agua.
Para quienes viven en la zona y para quienes la visitan, el mensaje quedó firme: respetar el mar, buscar guía en salvavidas y no asumir que aguas aparentemente tranquilas son seguras. La prevención puede ser la diferencia entre regresar a casa y no hacerlo.