Activistas rechazan revelación de género en Los Arcos de Mismaloya

Una reciente promoción en redes sociales para realizar una revelación de género frente a las emblemáticas formaciones rocosas de Los Arcos de Mismaloya ha desatado la indignación de vecinos y grupos ambientalistas. El plan, ofrecido a bordo de un yate, emplea pequeños explosivos que generan un fuerte estruendo y expulsan polvos de colores —azul para niño, rosa para niña— justo bajo las aves que anidan en las grietas y sobre un ecosistema marino muy sensible.

Polvos y explosivos generan alarma
Los Arcos de Mismaloya albergan colonias de aves marinas, como gaviotas y fragatas, que pueden abandonar sus nidos si sufren perturbaciones sonoras. Además, los polvos coloreados suelen caer al agua y depositarse en las crías de peces que habitan en las pozas naturales. “Aunque parezca algo festivo, esos químicos pueden acumularse en las plumas y alterar la respiración de los polluelos”, alerta María Rodríguez, de Guardianes Costeos de Puerto Vallarta.

Voces locales se suman al reclamo
Pescadores y guías turísticos recuerdan tiempos en que el silencio y la observación respetuosa definían el paseo bajo las rocas. “Antes navegábamos en calma; ahora parece un carnaval con pirotecnia”, lamenta Jorge Hernández, capitán de una lancha artesanal. Él y otros vecinos han comenzado a repartir folletos con recomendaciones: mantener el volumen bajo, evitar explosivos y usar solo productos marinos biodegradables.

Activistas patrullan y educan
Desde mayo, voluntarios organizan turnos de patrulla en embarcaciones ligeras para documentar eventos de revelación de género. Registran fotografías, etiquetan a las empresas involucradas en redes sociales y solicitan ajustes en sus prácticas. “Nuestro objetivo es colaborar, no prohibir. Si cambian a cañones de confeti biodegradable o espectáculos de luces, los apoyaremos”, explica Elena García, líder de la patrulla.

Vacíos regulatorios persisten
Aunque el código marítimo de Puerto Vallarta prohíbe fuegos artificiales y desechos no biodegradables, no incluye medidas específicas sobre polvos o explosivos para celebraciones. El regidor Luis Ortega preparó una iniciativa para prohibir cualquier evento con químicos o detonaciones a menos de 500 metros de áreas ecológicas. “Debemos proteger nuestro patrimonio natural. Un turismo responsable es sustentable”, afirma Ortega.

Celebrar sin dañar el entorno
A nivel mundial, destinos costeros ya han impuesto reglas tras incidentes de contaminación y fauna afectada. La bióloga marina Ana Torres, de la Universidad de Guadalajara, menciona ejemplos en el Caribe donde fuegos artificiales dañaron arrecifes y ahuyentaron tortugas. Propone alternativas seguras: proyecciones láser, drones lumínicos o confeti 100 % compostable.

Mientras la discusión avanza, activistas y habitantes confían en concienciar a padres y organizadores para que puedan festejar hitos familiares sin poner en jaque el ecosistema de Los Arcos de Mismaloya.

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