Un hombre de 29 años, identificado como Jorge L., fue detenido en el Aeropuerto Internacional Gustavo Díaz Ordaz de Puerto Vallarta tras descubrirle 21 cartuchos de munición en su mochila táctica. Las autoridades federales lo acusan de intentar viajar a Estados Unidos con proyectiles reservados para uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
Según el comunicado DPE/2348/2025 de la Fiscalía General de la República (FGR), la Fiscalía Especializada en Control Regional de Jalisco obtuvo de un juez del Sistema Acusatorio Penal la orden de vincular a proceso a Jorge L. El delito imputado corresponde a la violación de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, en la modalidad de posesión de cartuchos para uso exclusivo del Ejército.
El arresto ocurrió cuando Jorge L. ingresó al filtro de revisión de pasajeros y pasó por la máquina de rayos X. El personal de seguridad inspeccionó su mochila y localizó los 21 cartuchos de distintos calibres. Bajo la ley mexicana, portar ese tipo de munición sin la debida autorización constituye un delito grave.
Tras la detención, la FGR formuló la imputación y confirmó la legalidad del arresto ante el juez especializado. Éste dictó auto de vinculación a proceso y ordenó la medida cautelar de prisión preventiva justificada. Jorge L. permanecerá recluido en el Centro de Internamiento Preventivo «Puente Grande», en Jalisco, mientras dura el proceso judicial.
La FGR subrayó que refuerza los operativos en aeropuertos para frenar el tráfico ilegal de armas y municiones. Estos dispositivos combinan el uso de rayos X, detectores de metales y revisiones aleatorias de equipaje, con apoyo de inteligencia policial.
En los últimos meses, aumentaron las incautaciones de cargadores, cartuchos y armas cortas en diversos puertos de entrada. Cada caso bloquea rutas que podrían alimentar a grupos delincuenciales o facilitar actos de violencia.
Las autoridades revisan ahora las grabaciones de video, listas de abordaje y registros de pasaporte para determinar si Jorge L. actuó solo o como parte de una red de contrabando. También podrían solicitar bitácoras de su teléfono y mensajes en redes sociales para buscar posibles cómplices.
Un portavoz de la Policía Aeroportuaria elogió la rápida actuación: “Detectar y detener este tipo de contrabando protege a los viajeros y a la comunidad en general. Cada intervención reduce riesgos y fortalece la seguridad pública”.
En México, el transporte ilegal de municiones lleva penas de cinco a quince años de prisión. De encontrarse elementos que prueben la intención de cruzar la frontera con los proyectiles, Jorge L. podría enfrentar la sanción máxima.
La imposición de prisión preventiva refleja la gravedad del hecho y el peligro que representan estos objetos. La defensa podrá impugnar la medida o solicitar libertad bajo fianza, pero el juez consideró necesario garantizar la seguridad y la comparecencia del acusado.
Mientras tanto, las autoridades exhortan a los pasajeros a declarar cualquier arma o munición antes de llegar al aeropuerto y a informarse sobre la normativa vigente en México y en el país de destino. El incumplimiento de esas reglas conlleva detención, sanciones económicas y posibles antecedentes penales.
Las audiencias del caso están programadas en las próximas semanas. El resultado definirá si Jorge L. enfrenta juicio penal por el presunto contrabando de munición y qué pena le corresponderá de confirmarse su responsabilidad.