Convertirse en Pueblo Mágico va más allá de tener calles pintorescas o una iglesia antigua. Desde 2001, la Secretaría de Turismo (SECTUR) exige a las comunidades pasar por un proceso riguroso que combina planeación, conservación del patrimonio y participación ciudadana. Solo los pueblos con visión, estructura y orgullo local logran esta distinción.
Etapa uno: sentar las bases
Las comunidades que quieren aspirar comienzan respondiendo una convocatoria abierta de SECTUR y presentan cinco documentos esenciales:
- Oficina de turismo municipal: constancia de un área operativa con personal, presupuesto y funciones claras.
- Registro de prestadores de servicio: directorio actualizado de hoteles, restaurantes y guías registrados en el Registro Nacional de Turismo (RNT).
- Inventario de atractivos: listado detallado de monumentos históricos, tradiciones vivas y entornos naturales.
- Reporte de conectividad: mapas y tiempos de traslado por carretera, aire o ferrocarril desde ciudades cercanas.
- Plan de desarrollo turístico: documento municipal que describe estrategias a mediano y largo plazo.
Si estos entregables cumplen con los lineamientos, SECTUR otorga un folio que habilita la siguiente fase.
Etapa dos: demostrar viabilidad y compromiso
Con el folio en mano, la comunidad debe cubrir diez elementos de incorporación, diseñados para validar su capacidad de recibir y atender visitantes:
- Comité autónomo: un órgano ciudadano y de prestadores de servicio con estatutos, programa de trabajo y reglamento interno.
- Aprobaciones oficiales: acuerdos del ayuntamiento y del congreso estatal con presupuesto anual garantizado para turismo.
- Historial de inversión: evidencia de aportaciones públicas y privadas en los últimos tres años, más planes de financiamiento plurianual.
- Tesis de atractivo simbólico: documento de al menos cuatro páginas que expone los rasgos únicos del pueblo, ilustrado con fotografías originales.
- Infraestructura y servicios: constancias de atención médica, seguridad, certificaciones de calidad y capacitación al personal turístico.
- Cadenas de valor local: compromiso de promover artesanías, gastronomía y productos agrícolas de la región.
Estos elementos se integran en un expediente que revisa el equipo técnico de SECTUR.
Verificación in situ y aprobación final
Después de validar los documentos, inspectores realizan una visita de campo. Evalúan carreteras, señalización, calidad de hospedaje y el grado de organización comunitaria. Recaban testimonios y contrastan las condiciones reales con lo declarado. Toda la información se compila en un informe para el Grupo de Evaluación y Seguimiento de Pueblos Mágicos (GES). Si el GES emite opinión favorable, el titular de SECTUR firma la designación, y el pueblo recibe el nombramiento oficial.
Renovación y mantenimiento del título
El nombramiento tiene vigencia de tres años. Para renovarlo, la comunidad debe:
- Mantener activo el comité ciudadano.
- Ejecutar el plan de desarrollo turístico.
- Preservar la autenticidad cultural e histórica.
- Garantizar la calidad de los servicios.
El incumplimiento puede provocar la revocación del título y la pérdida de beneficios.
Por qué importan estos requisitos
El proceso asegura que solo pueblos preparados para un turismo sostenible y de calidad sean reconocidos. Protege el patrimonio, salvaguarda la seguridad de los visitantes y genera un impacto económico real: se estima que los Pueblos Mágicos han aumentado el turismo en más de 50 % y generado más de 400 millones de dólares anuales. Además, fomenta la participación y el beneficio directo de los habitantes.
Un reto de orgullo y planeación
Ser Pueblo Mágico exige coordinación, recursos y orgullo comunitario. Las localidades que superan cada etapa abren sus puertas al mundo sin perder su esencia. Así, México revela sus rincones vivos y auténticos, forjando un turismo que enriquece tanto a visitantes como a residentes.