Cierre de exportaciones eleva riesgo de alza en precios de la carne

Este jueves, Estados Unidos volvió a cerrar su frontera al ingreso de ganado vivo procedente de México tras confirmarse un nuevo caso de gusano barrenador en Veracruz. La decisión pone bajo presión a los productores nacionales y amenaza con un incremento en el precio y una menor disponibilidad de carne para el consumidor mexicano.

La Asociación Mexicana de Productores de Carne (AMEG) reconoció la rapidez en la respuesta de las autoridades, pero advirtió que las restricciones prolongadas complicarán la venta en mercados clave. “Contamos con la capacidad para detectar, aislar y tratar a los animales infectados —aseguró Jesús Brígido Coronel, presidente de AMEG—. Sin embargo, es esencial reforzar la vigilancia y el control para proteger al sector y al consumidor.”

El brote más reciente se registró en Ixhuatlán de Madero, a 257 kilómetros al norte de las zonas donde se aplica la técnica de insecto estéril para frenar la propagación del parásito, y a 595 kilómetros de la frontera con EE. UU. Esa distancia confirma que el problema avanza hacia el interior del país.

Hace apenas una semana, las autoridades estadounidenses habían empezado a reabrir gradualmente el puerto de Douglas, Arizona, tras un cierre que se mantenía desde el 11 de mayo. No obstante, la detección en Veracruz obligó a reimponer la prohibición total de exportación de ganado mexicano.

Entre el 24 de junio y el 6 de julio, México logró reducir los casos activos de gusano barrenador en un 22.7 %, informó el secretario de Agricultura, Julio Berdegué. “Observamos una disminución real —dijo—, pero este nuevo foco exige retomar las medidas estrictas de control y monitoreo.”

Para el consumidor, el cierre de exportaciones puede traducirse en alzas de precios en el corto plazo. Al perder acceso al mercado estadounidense, los ganaderos podrían destinar más carne al mercado interno, presionando los costos. Además, la oferta domestic­a se contrae por la menor entrada de ganado, lo que puede reflejarse en estantes menos surtidos y cortes más caros.

Analistas del sector prevén que, de mantenerse la prohibición, los incrementos de precios serán más notorios en las regiones centro y sur del país. Ya desde esta semana, supermercados en esas zonas reportan ligeros ajustes al alza en los precios de res y cerdo.

AMEG urgió a las autoridades federales y estatales a intensificar la vigilancia en caminos de transporte y ranchos. Propusieron ampliar el uso de la técnica de insecto estéril, capacitar a veterinarios rurales y agilizar los canales de alerta para casos sospechosos.

Mientras tanto, los consumidores pueden proteger su economía prestando atención a las variaciones semanales de precio y planificando sus compras con anticipación. Se recomienda aprovechar ofertas de proteínas alternativas —como pollo o productos vegetales— hasta que el mercado bovino recupere estabilidad.

A futuro, expertos coinciden en que el control efectivo del gusano barrenador dependerá de la colaboración transfronteriza. México y EE. UU. mantienen programas conjuntos de monitoreo desde hace décadas. “Trabajar juntos es la única vía —concluyó Coronel—, pues los parásitos no respetan líneas fronterizas.”

Hasta que el brote sea contenido, los productores mexicanos enfrentarán el reto de equilibrar ingresos de exportación y estabilidad del mercado interno, mientras los consumidores ajustan su presupuesto ante posibles subidas en el costo de la carne.

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